Además de la cuestión de las licencias para determinadas bandas de frecuencia, queda la cuestión de la radiación electromagnética en el contexto de la contaminación medioambiental. La normativa actual permite la emisión máximo 15W de potencia en la antena sin necesidad de reportar este hecho al Departamento de Protección Ambiental (en tal caso no estamos tratando una inversión que tiene un impacto significativo en el medio ambiente).